Ser capataz no debe convertirse en una meta, para mí nunca lo fue... D. Enrique Garrido Montero

Nacido en abril de 1984, fecha cofrade que ha hecho que más de un cumpleaños lo haya pasado bajo las trabajaderas o, como esta pasada Madrugá, ante el martillo. Sin que le venga de tradición familiar, fue una persona que le comenzó a llamar la atención las Cofradías a mediados de los 90, especialmente el aspecto del costalero. En el 2000, con 15 años, comenzó a ensayar en el paso de misterio de la Entrada Triunfal, aunque aquel Domingo de Ramos su primera salida, se vio truncada por la lluvia. Fue costalero de este paso hasta 2007. Igualmente trabajó bajo las trabajaderas del palio de la Reina de los Mártires, misterio del Señor de la Sentencia, ambos pasos de la Hermandad del Cister, Jesús del Calvario, Jesús del Silencio en un inolvidable Domingo de Ramos de 2006, y en el paso de Cristo de la Hermandad del Santo Sepulcro, en el que aún continua. Fue también costalero de diversas glorias, como la Virgen de la Victoria, Reina de los Ángeles Gozosos en su primera salida, Divina Pastora, la Inmaculada del Santo Sepulcro…
En cuanto a la capatacía, en 2005 Lorenzo de Juan lo invitó a que ingresará en el cuerpo de capataces del palio de la Reina de los Mártires, donde permaneció la Madrugá de aquel 2005, la salida Extraordinaria del 19 de noviembre del mismo año, y la Madrugá 2006. Llegado el 2007 y por mediación de Juan Carlos Jiménez, la Hermandad Universitaria se puso en contacto con Enrique para que se hiciera cargo de las andas que pondrían por vez primera en la calle a Nuestra Señora de la Presentación. Solo semanas después, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Buena Muerte le ofrecía el paso del Señor. Ya en 2008 cuando decide que la Señora salga portada a costaleros, la Junta de Gobierno de la Hermandad Universitaria lo nombra capataz de la cuadrilla, siendo en 2009 cuando decide que me haga cargo de toda la Cofradía para ir preparando la Cuadrilla y el Cuerpo de Capataces del paso del Santo Cristo de la Universidad.

Finalmente podemos apuntar que es hermano de Buena Muerte, Universitaria y Sentencia.
La fundación se puso en contacto con este joven cofrade para realizar la segunda entrevista valorando sobre todo su valentía, entrega al mundo de las cofradías y el buen gusto por hacer bien las cosas. Nos gusto el contraste entre su educación, inteligencia y la disciplina que transmite con un paso en la calle contra el humor, la amistad y el buen hacer de una cuadrilla que ofrece al acabar un ensayo. ENHORABUENA.

1.- ¿Cuándo un cofrade entiende que debe ser capataz?

Considero que no debe ser el propio cofrade el que designe que ha llegado su momento. Es más, creo que el ser capataz no debe ser una meta, al menos para mí nunca lo fue. Lo correcto bajo mi punto de vista, es querer ser costalero, disfrutar siéndolo y poco a poco crecer, pero siempre como costalero. Después, si vales para esto, ya habrá quien se fije en ti, una Junta de Gobierno, un capataz…

2.- ¿Dura decisión?

Más dura de lo que la gente piensa. Muchos consideran que el ser capataz es ponerse el traje y salir a la calle a ser fotografiado, ese no es el camino. Solo mi familia sabe que cuando la Hermandad de la Buena Muerte me ofreció el paso del Señor y yo acepte, a la alegría lógica del momento le siguió una presión tremenda. Una Hermandad pone en tus manos lo más grande que tiene, sus Imágenes, y para responder a esa responsabilidad hay que estar a la altura. Igualmente importante es, que en manos de un capataz están hombres que confían en ti su espalda, su salud, y esto a más de uno debiera darle que pensar. Como digo no solo es ponerse el traje y la corbata.

3.- ¿Que le pides al Costalero?

Sobre todo que venga con ganas de sentirse costalero. El costalero tiene que creer en lo que lleva arriba, ser consciente que va a ser los pies del Señor o Santa María, como diría el gran Manolo Santiago, tiene que querer a Dios “a su maña y manera”. Cuando un hombre se siente costalero, todo es más fácil. Ser costalero tiene que sentirse como un honor, no como una carga tediosa.

4.- Como capataz, ¿técnica o hacer cuadrilla?

Tan importante es lo uno como lo otro. Si un capataz conoce la técnica como nadie, pero no es capaz de hacerse visible a sus hombres, de conseguir un ambiente de compañerismo bajo las trabajaderas y que la gente de abajo paladee la Cofradía que pone en la calle, no hace nada. Igualmente si todo esto lo consigues, pero en el momento que el costalero se mete bajo el paso o no esta bien igualao o no le das confianza como capataz… estas perdido. La técnica es esencial, es la base, si el trabajo más práctico no se hace bien vamos mal, pero después al costalero hay que saber transmitirle el amor a las Cofradías.

5.- Dentro de la técnica, ¿algún matiz propio en particular que se pueda decir?

Yo le doy prioridad absoluta a la igualá. Hasta que no estoy convencido de que el paso esta bien igualao y que cada hombre va en el sitio que le corresponde, no descanso. Después un detalle que me gusta tener en cuenta es el recorrido, conocer los cables de una calle, la caída de las aguas o los posibles baches te facilita mucho la labor. En la Hdad. Universitaria por ejemplo, que tiene un recorrido durísimo por la estrechez de las calles y el mal pavimento de muchas por las que transita la Cofradía, fue esencial hace un estudio de cada una de ellas. Con mi cuerpo de capataces, acostumbramos a hacer todos los años los dos itinerarios de las Hermandades que ponemos en la calle, precisamente para ver todo esto. Después la pericia de cada uno…

6.- ¿Cuál es para ti el momento más importante de un ensayo?

Lo decía en la pregunta anterior, la igualá. Aunque en ambos pasos hacemos igualá general, antes de cada ensayo reviso la igualá por si hubiese que modificar algo. Tras subrayar esto… creo que todo el ensayo es importante, incidir en el andar que queremos, corregir posturas, recalcar las reviras, levantas…


7.- ¿Qué persona te ha marcado en tu vida cofrade?

No podría indicar solo una, la vida esta llena de etapas en las que convives con distintas personas. Tendría que citar a mi buen amigo Raúl Luque, a quien en buena medida le debo este gusto por las Cofradías, a Miguel González y Antonio Gómez, con quién tantos ratos cofrades he compartido, Leiva, López Córdoba, Domínguez, Villén, Jiménez, Sáez… y tantos otros que día a día te enseñan algo de este mundo.

8.- ¿Algún capataz imagen?

Siempre he dicho que yo tengo dos maestros, de quienes he aprendido y a los que acudo cuando hay alguna duda. Uno es Lorenzo de Juan Luque, comencé con él bajo las trabajaderas del Señor de los Reyes de la Hermandad de la Borriquita y, a partir de ahí, me he puesto a sus ordenes en otras muchas Cofradías. Él fue quien confió en mí cuando tenía solo 20 años para el Cuerpo de Capataces del paso de palio de la Reina de los Mártires. Han sido y son muchos los ratos que he estado a su lado y en los he aprendido buena parte de lo que sé. El segundo es Luís Miguel Carrión Huertas, Curro. Entre en contacto con él en 2004, cuando igualé en el paso de misterio de la Hdad. Del Cister y en el Señor del Santo Sepulcro. Creo que en materia de capatacía, es un libro abierto. Para mí cada igualá, cada ensayo y cada salida ha sido una clase en la que aprender y como decía con Lorenzo de Juan, buena parte de lo que sé lo he aprendido de él.

9.- ¿Qué opina de la nueva generación de jóvenes capataces cordobeses que estamos viendo en los últimos años?

Creo que con tan solo tres años al mando de cuadrillas, debo de meterme en el saco. Considero que tenemos más responsabilidad de la que pensamos en nuestras manos. El futuro de las cuadrillas depende en parte de nosotros y por eso debiéramos ser todos sumamente cuidadosos. En general creo que la mayoría de los que hemos salido los últimos años coincidimos un poco en formación, hemos tenido buenos maestros y además hemos querido aprender que ha sido lo importante. Con muchos de ellos he coincidido en cuadrillas y viendo ensayos, incluso a bastantes kilómetros de nuestra ciudad, lo que demuestra ese interés.

10.- ¿A cual destacarías?

Espero que dentro de algunos años destaque a todos, sería buena señal.

11.- ¿Te sientes identificado con ellos?

Por supuesto, la edad, los años de experiencia y la juventud de los que me acompañan son semejantes a la del resto de capataces jóvenes. Además si el siguiente escalón es el del capataz experimentado… me queda camino que recorrer.

12.- ¿Cómo valoras la situación actual que presentan las cuadrillas de Córdoba?

Bueno hay de todo. Quiero ver que en los últimos años las Cofradías en general gozan de buena salud, y esto se refleja en las cuadrillas, pero soy consciente de que muchas Hermandades se las ven para juntar un número suficiente de costaleros. Quizá arrastremos las consecuencias de años en los que algunos capataces no cuidaban tanto al costalero y en las que las Hermandades no reconocían la labor de estos hombres, puede que a su vez esto derive de los planteamientos de algunas hermandades con las antiguas cuadrillas de faeneros. Lo cierto es que allí donde se ha puesto un hombre con conocimientos y ganas, por lo general ha salido bien. Que cunda el ejemplo.




13.- Buena Muerte, Universitaria, siempre silencio… ¿Casualidad?

Pues debo de contestar que sí. Con la Hermandad Universitaria entre en contacto al estudiar en Filosofía y Letras. En 2007 cuando la Cofradía decide sacar en andas la Señora se pone en contacto conmigo para que me encargue, ya en 2008 con el paso a costaleros confían en mí para que me ponga al frente de la cuadrilla. En Buena Muerte me conocían de ir en el Cuerpo de Capataces del palio, ofreciéndome ser capataz del Señor en 2007. Ambas son de silencio, pero evidentemente no es algo que haya decidido yo. Reconozco que me encantan las Hermandades de negro, pero no todo queda ahí. De hecho, como anécdota, dos hermandades de música en su momento sondearon la posibilidad de que nos hiciéramos cargo de sus cuadrillas, al final no cuajo la cosa, pero sirva de muestra de que no somos solo de silencio. Puntualizo que algunos de mis costaleros se traen cierta guasa con el asunto (risas).

14.- Pregunta obligada, ¿qué día le gustaría ver en Semana Santa a la Universitaria?

Ese asunto debe decidirlo la Hermandad de acuerdo con la Agrupación de Cofradías, en San Pedro de Alcántara saben que mientras que la Hermandad precise de mí, allí estaré.

15.- ¿Algún paso al cual te gustaría hacerte cargo en un futuro?

Eso deben de ser las Juntas de Gobierno quienes lo decidan. Yo seré feliz mientras mi futuro pase por estar ligado a las Cofradías y me pueda ajustar el costal. Si después alguna Hermandad se acuerda de mí para hacerme cargo de su cuadrilla, habrá de estudiarse.

16.- Pasión por la Semana Santa, ¿herencia familiar?

Para nada, ninguno de mis ascendientes ha pertenecido ni pertenece a ninguna Cofradía. Mi amor por la Semana Santa ha crecido espontáneamente, me comenzó a llamar la atención y poco a poco me hice tan cofrade como hoy soy. Ahora no entendería mi vida sin las Cofradías.

17.- ¿Qué hace especial a nuestra semana santa?

Yo considero que a ojos de un cofrade de Córdoba, las personas. Las Hermandades son las personas que la conforman y por eso los dirigentes deben de tener cuidado de atender a todos los hermanos. Hay algún que otro que toma una Hermandad como territorio propio y expulsa todo lo que no le gusta, y una Cofradía no es propiedad de nadie nada más que de sus hermanos. Por ello para mí, nuestra Semana Santa es especial por aquellos que trabajan por ella. A los ojos de un cofrade foráneo, seguramente será especial por el marco incomparable en el que nos movemos, nuestros templos y calles, la Santa Iglesia Catedral… no sabemos lo que tenemos.

18.- ¿Qué le falta?

Creo que le falta mayor implicación de los cordobeses. Es una lástima que no haya más gente involucrada y que sienta esto. Pero bueno, aquel Decreto de Trevilla aún colea y bajo mi punto de vista, ahora es cuando se está asentando la Semana Santa en nuestra ciudad, poco a poco iremos a más.

19.- ¿Cuál ha sido el mejor momento para ti en la semana santa?

Aunque no sea en Semana Santa, el recuerdo de aquel 19 de noviembre de 2005, con la Salida Extraordinaria de la Reina de los Mártires es imborrable, sobre todo a la salida cuando sonó Salve Regina Martyrum. Igualmente la 1ª salida de la Hdad. Universitaria en 2007 fue toda emoción, aún recuerdo el abrazo que me dio don Alberto Villar al llegar al templo. Finalmente citar a Buena Muerte en la pasada Madrugá 2009 en Carrera Oficial y aquel recuerdo de la Borriquita en San Miguel con la marcha “Santa Marta”, aquel si que era un momento cofrade (risas).

20.- ¿Cuál ha sido el peor?

Los peores momentos son cuando algo no va como tú quieres y apenas puedes hacer nada, la impotencia. Pero creo que deben servir para aprender y corregir cosas.

21.-Hablando en temática cofrade, ¿Cómo te definirías?

Alguien al que le gusta esto mucho, pero mucho.

22.- ¿Qué le pides a la semana santa de 2010?

Que no haya lluvia, que el trabajo de todos aquellos que luchan por las Cofradías se vea recompensado y personalmente, algún detalle como el que tuvo el año pasado un buen costalero y mejor amigo, Rafael Hernández, que al arriar el paso de Buena Muerte en San Hipólito tras la Estación de Penitencia, me preguntó que cuando era la igualá de este año.

Algo que quisieras añadir…

Agradecer a la Fundación Costaleros Siempre Valientes el que se haya acordado de mí para esta entrevista, me enorgullece. Tras esto, solo darle las gracias a mi gente, a la que hace posible que todo esto marche.